Señor, tú que has hecho insigne
al obispo san Alberto Magno,
porque supo conciliar de modo admirable
la ciencia divina con la sabiduría humana,
concédenos a nosotros aceptar de tal forma
su magisterio que, por medio del progreso
de las ciencias, lleguemos a conocerte
y a amarte mejor.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Amen.
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