Oh María Virgen poderosa, grande e ilustre defensora de la Iglesia, singular auxilio de los cristianos, terrible como un ejército ordenado en batalla. Tú sola has triunfado en todas las herejías del mundo.
Oh Madre en nuestras angustias, en nuestras luchas, en nuestros apuros, líbranos del enemigo y en la hora de la muerte, llévanos al Paraíso. Amén Oración de San Juan Bosco
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